
La novela comienza con esta frase: “La mujer que va a morir y no lo sabe, o quizá sí, tiene los ojos cerrados, el cuerpo rígido, las manos abiertas, los dedos extendidos”. Se trata de María José, una mujer sin suerte, que está en coma tras sufrir un accidente. El relato empieza con el desvelamiento del final, tomando una estructura circular en la que María José, inmóvil en el hospital, ocupa el lugar central al que van acudiendo las personas que tuvieron importancia en su vida: su madre Pilar, su padre Paco, su amiga Marga, su ex marido Joaquín.
Un coma que dura varios meses, preludio de una muerte segura, es una situación trágica que causa inmenso dolor, conmoción, sensación de irrealidad y desespero, y provoca, también, en las horas de compañía al lado de la moribunda, la inmersión en el recuerdo, el análisis de la relación de cada uno con ella e, incluso, el balance crítico sobre la existencia personal. Despierta las conciencias. Surge la culpabilidad, la impotencia ante el tiempo agotado, lo que, a su vez, incrementa el sufrimiento. De esto trata “El tiempo mientras tanto”, un título metafórico y adecuado, aviso de que, en cualquier circunstancia, el tiempo, tasado e inconmovible, sigue consumiéndose. Una historia triste (o varias historias tristes), humana, que evidencia la complejidad del individuo, la lucha titánica que tiene lugar en el interior de cada cual entre lo que siente y lo que manifiesta, lo que quiere y lo que consigue, la alegría que aparenta y las frustraciones que soporta, haciendo hincapié en la tendencia al empecinamiento en el error o abulia para cambiar de rumbo que es lo mismo que la desidia para reconocer ante otros el fracaso personal.
Novela de pocos personajes que comparten por igual el protagonismo y sobre cuya personalidad y conducta profundiza la voz omnisciente que nos cuenta sus vidas, con una prosa limpia, diálogos vivaces y escenario valenciano. Invita a la reflexión, otro ingrediente del placer de leer.
Un libro que a pesar de parecer muy triste me ha gustado, según se va desarrollando, se les va tomando cariño a los protagonistas.