
Ya sé que últimamente estoy más por la lectura que por la costura.
Pero os quería enseñar el bolso que me hice este verano, bueno todo hay que decirlo, en mis vacaciones por Alemania fui a un curso intensivo en una casa-museo-taller. Era preciosa tenía tres alturas toda de piedra y maderos a la vista, el curso lo hicimos en la parte alta o buhardilla, ya os imaginareis que fué todo el día en aleman, -mi, no entender- pero tanto las seis alumnas como la profesora eran de lo más amables, educadas y simpáticas, buenas mozas todas, yo la más chiquita claro, (que le voy a hacer, ya no hay remedio), lo pasé genial.
A las 12 en punto la comida, no tengo problemas, me gusta la comida de aquellas tierras, continuamos trabajando y a las 3 en punto el té ó café según los gustos acompañado de bizcochos o pastel casero, y yo pensando "para que tenemos que parar otra vez, si a las 5 termina el curso y no lo vamos a terminar el bolso" pero el pastel estaba divino, si hay que parar se para.
La profesora dijo que no tenía ningún problema en quedarse más tiempo hasta que la labor estuviera más adelantada, ya sabeis que un día intensivo no dá para llevarnos el trabajo terminado, así que lo acabé en mi casa a la vuelta del viaje.
Y aquí está, me gusta mucho como ha quedado, y las telas muy alegres.
Una experiencia que no me importaría repetir en otra ocasión.